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| Las Tacillas - LA PUJA - |
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Como ya hemos dicho, Las Tacillas solo se juegan durante las fiestas patronales de Cózar. El "Día Grande" de estas fiestas es el 14 de septiembre, pero comienzan un día antes, el 13 de Septiembre, "La Víspera". Durante la Víspera se produce la apertura de las Tacillas, alrededor de las 12 de la noche. Previa a la apertura se produce uno de los acontecimientos más importantes y entretenidos de las fiestas, La Puja de las Tacillas.
Las Tacillas pertenecen a la Hermandad del Santo Cristo de la Veracruz, pero el desarrollo del juego no corre a cargo de esta cofradía. Para ver quien organiza el juego cada año, o según dicen, "quien se queda con las Tacillas", se organiza una subasta, Puja, en la Lonja de la Iglesia del pueblo. La Puja comienza con una proclama del presidente de la hermandad: "¿Quién da una limosna por abrir las Tacillas del Santo Cristo?". Y a partir de aquí todos los vecinos pueden gritar sus ofertas. La Puja es amenizada por una banda de música y por lanzamiento de cohetes cada vez que la Puja llega a una cifra significativa, o para dar tiempo para que los que pujan consideren si subir o no la última oferta. También circulan entre los asistentes botellas de vino, para entretener la espera y para dar ánimos a subir las ofertas.
 Vista de "La Lonja" |
 La Puja 2001 |
Cada vez que parece que la Puja está decidida, el presidente de la hermandad intenta alargar este tiempo de reflexión, anunciando la última cifra ofertada seguida de las proclamas "a la una", "a las dos", "a las dos y media", "a las tres menos cuarto", "a las tres menos diez" e incluso "a las tres menos cinco". Y muchas veces "a las tres menos cinco" otro vecino lanza una nueva oferta que reanuda todo el proceso.
Hay algunos momentos muy emocionantes, como cuando dos o más pujantes empiezan a subir la oferta de quinientas en quinientas pesetas, o incluso menos, con el objetivo apenas encubierto de amedrentar al resto de participantes con la idea de que oferten lo que oferten, él o ella está dispuesto a superarlo. Se habla entonces de que los pujantes "se pican".
Las cantidades en que los últimos años han sido asignadas las tacillas han rondado los dos millones de pesetas, cien mil arriba, cien mil abajo. Este dinero es entregado por la persona o personas que se quedan con las Tacillas a la Hermandad del Santo Cristo, y desde ese momento y hasta el fin de las fiestas, las Tacillas pertenecen a estos vecinos, que organizan el juego y se encargan de todos los aspectos relacionados. Desde luego, estas personas son las que van a recibir el pago por jugar a las Tacillas, tal y como se describe en la próxima sección.
Para ver el desarrollo del juego, por favor, pulsa aquí: 
